Depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, del pensamiento y de la conducta que se caracteriza por tristeza constante o frecuente, irritabilidad, pesimismo, inseguridad, pensamientos recurrentes acerca de la muerte, sentimientos de rechazo, soledad y culpabilidad, ideas de minusvalía, disminución del interés por las cosas y las actividades que
antes resultaban interesantes, disminución de la capacidad para disfrutar lo que normalmente sería placentero, a veces deseos de morir o incluso, de quitarse la vida.

Actualmente se sabe que la depresión se asocia a ciertas alteraciones neurobioquímicas en el
sistema nervioso central, específicamente en el funcionamiento de los mecanismos de
neurotransmisión entre neuronas, es decir, de los mecanismos por los cuales el impulso
eléctrico de una neurona es transmitido a otra mediante una sustancia química llamada
neurotransmisor. Los mecanismos de neurotransmisión que se han encontrado alterados en la
depresión son principalmente el de noradrenalina y el de serotonina, aunque es posible que
algunos otros también estén involucrados.

Los medicamentos antidepresivos restablecen el funcionamiento adecuado de los sistemas de
neurotransmisión noradrenérgicos y serotoninérgicos. Algunos de estos antidepresivos actúan
especifícamente en uno de los dos sistemas mencionados, mientras que otros lo hacen en
ambos. Algunos antidepresivos producen efectos colaterales importantes debido a que,
además de su acción sobre la neurotransmisión noradrénergica y serotoninérgica, interfieren
con otros sistemas de neurotransmisión, como por ejemplo el de aceticolina (colinérgico). Entre
más específica es la acción de un antidepresivo sobre un determinado sistema de
neurotransmisión, menos efectos colaterales suele ocasionar. Sin embargo, aún los
antidepresivos más selectivos pueden ocasionar efectos colaterales.

Aunque los medicamentos antidepresivos constituyen un recurso terapéutico muy importante,
que en muchas ocasiones puede salvar una vida, también es necesario subrayar que ni en
todos los casos son suficientes, ni en todos los casos son necesarios. Hay una proporción
significativa de individuos con depresión (alrededor de un 20%) que no responde al tratamiento
con antidepresivos, y otra proporción, también significativa (30 o tal vez hasta 40%) en los que
la depresión desaparece aunque se les administre un medicamento sin actividad farmacológica
real, es decir, un placebo.

Existen otras modalidades no farmacológicas para el tratamiento de la depresión, que pueden
sustituir o acompañar al uso de medicamentos. Estas modalidades se conocen de manera
general como psicoterapia de la depresión, respecto de la cual se han propuesto enfoques muy
diversos. Entre los más conocidos se encuentran el psicoanalítico, el interpersonal y el
cognoscitivo. Éste último tiene su fundamento en el hecho de que ciertos esquemas de
pensamiento lógico sostienen el estado emocional de la depresión, por lo que se dirige a
ayudar al individuo a descubrir y corregir esos esquemas de pensamiento lógico inadecuados.